En un mundo en el que las olas de calor cada vez son más comunes, hay una creciente necesidad de encontrar soluciones innovadoras y sostenibles que mejoren la calidad de vida de los vecinos y les den ese espacio de refresco que necesitan. En este contexto surgen los refugios climáticos. Estos espacios se instalan en zonas urbanas y cuentan con lugares con sombras que, combinados con elementos acuáticos, logran disminuir la sensación térmica y mejoran el ambiente.
Estos oasis urbanos brindan alivio durante las olas de calor, pero son mucho más que eso. Consiguen integrarse con el entorno y ser accesibles e inclusivos para que todas las personas que quieran utilizarlos puedan hacerlo, sin importar la edad o las capacidades físicas de cada uno. Además, muchos refugios climáticos se instalan en zonas en las que antes no había nada atractivo para los ciudadanos o incluso en espacios en los que, debido a las altas temperaturas, no solían frecuentarse. Lo que se consigue con esto es generar lugares con microclimas frescos y espacios donde las personas puedan estar bien.
Además, la presencia de elementos acuáticos en espacios públicos, también proporciona a las personas un alivio para la mente, al huir del ajetreo de la ciudad y encontrar en pleno zona urbana un espacio donde poder interactuar con el agua y relajarse. Convirtiéndose estos refugios climáticos en espacios terapéuticos que contribuyen a mejorar la salud mental de la sociedad, dándoles a los vecinos ese respiro que necesitan.
El hecho de que se instalen en espacios públicos, hace que se conviertan en puntos de encuentro e incluso se creen lazos comunitarios. Estos refugios se convierten en epicentros de vida comunitaria y promueven la cohesión y el sentido de pertenencia.
Municipios que han mejorado espacios públicos con la instalación de refugios climáticos
Muchos son los municipios que se suman a las soluciones acuáticas de VORTEX para instalar refugios climáticos. Para ello apuestan por Splashpad. Una solución acuática que permite combinar entre más de 250 elementos acuáticos para crear un refugio climático único y personalizado, que se adapta al entorno y a las necesidades tanto del municipio como de los ciudadanos.
El municipio de Andoain instaló un Splashpad de 150 metros en el paseo Miranda, situado en la Plaza Etxebarrieta. Para ello se habilitó una zona verde que no estaba siendo aprovechada en mitad de un espacio urbano, consiguiendo crear de este modo un lugar que sirve como punto de encuentro y refresco donde las personas pueden descansar y refrescarse mientras los más pequeños de la casa se divierten e interactúan con los juegos acuáticos.
Este Splashpad cuenta con elementos acuáticos muy distintos, como pueden ser un Astra Nº3 o un Helico. Estos elementos acuáticos invitan a que los niños interactúen con el agua y se diviertan, promoviendo así un juego colectivo y la comunicación. Además, las cortinas de agua de estos elementos, refrescarán todo lo que encuentren a su paso. Este espacio también cuenta con varios Spray Loop puestos de forma estratégica que conseguirán refrescar el ambiente y disminuir la sensación térmica gracias a la suave bruma que generan y su remojo instantáneo.
Otro de los municipios que ha querido aprovechar un espacio público para instalar un refugio climático es el municipio de Arrasate. En este caso, es el segundo que se instala, dado la buena acogida que tuvo el primero, este municipio volvió a confiar en VORTEX para mejorar la calidad de vida de sus vecinos y darles esa zona de refresco.
En este caso, se ha instalado en el parque de Villa Amparo. Se ha dividido en dos zonas para integrar soluciones acuáticas de distintas edades, consiguiendo de este modo que todo el mundo pueda disfrutar y refrescarse.
Por un lado, hay un Splashpad totalmente inclusivo de 160 metros cuadrados. Algo que caracteriza a nuestras instalaciones acuáticas es que son totalmente interactivas, por lo que serán los usuarios los que decidirán cómo fluye el agua y cuándo interactuar o no con los elementos acuáticos. Por ejemplo, cuenta con un Helio Nº3 o un Helio Nº5. Juegos acuáticos donde al girar la Mega Orb, los chorros de agua chocan entre sí y refrescan la zona en mayor medida, haciendo que los niños sientan que tienen el “control” de la dirección del agua. Este tipo de juego acuático ayuda a mejorar las capacidades físicas y de coordinación de los más pequeños.
Estos son dos ejemplos de municipios, pero son muchísimos los que han decidido darle una nueva vida a una zona urbana e instalar en ese espacio un refugio climático accesible para todos los vecinos.
Cabe destacar que estos refugios climáticos son totalmente sostenibles gracias a los sistemas de gestión de agua que tienen, en los que cuentan con un sistema inteligente que permite gestionar y controlar el flujo de agua para que no se desperdicie ni una gota, tanto en el sistema de recirculación, como el Smartflow. El sistema de recirculación es un sistema de circuito cerrado que filtra, desinfecta y reutiliza el agua. Por su parte, el sistema Smartflow, un sistema donde se utiliza el agua potable de red y el agua residual vuelve al sistema de tratamiento municipal o se transfiere a un tanque de retención para poder ser utilizada en labores de limpieza o regar la vegetación. Ambos sistemas se preocupan por el medioambiente y con su funcionamiento consiguen evitar el malgasto de agua, siendo totalmente sostenibles.
En definitiva, los refugios climáticos, además de servir como respuesta y solución a las crecientes temperaturas, también ayudan a revitalizar los espacios públicos, promoviendo prácticas urbanas sostenibles. Invertir en la creación de estos oasis urbanos mejora la calidad de vida individual, comunitaria y la calidad del municipio, creando ciudades más resilientes en el futuro.
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