Los refugios climáticos emergen como solución innovadora y sostenible frente a las olas de calor extremas y cada vez más comunes que vivimos debido al cambio climático. Un refugio climático es un espacio urbano sostenible que se adapta al entorno y está estratégicamente diseñado para ofrecer un lugar refrescante donde los ciudadanos puedan escapar de las altas temperaturas.
Suelen contar con elementos acuáticos que ayudan a disminuir la sensación térmica y mejoran la calidad del aire, refrescando el ambiente y generando así un espacio más agradable. Además, los refugios climáticos pueden estar integrados en parques o zonas urbanas, haciendo que estos lugares se conviertan en un punto de refresco. También suelen estar rodeados de zonas verdes y espacios con sombra, para conseguir generar esa sensación de refresco y refugio.
¿Qué beneficios tiene un refugio climático?
Los refugios climáticos ofrecen beneficios tanto a los usuarios que los van a disfrutar como al entorno en el que se encuentran. Además de ser ese escape refrescante para los ciudadanos, se convierten en puntos de encuentro comunitario, fomentando la cohesión social y mejorando así la calidad de vida de los vecinos.
Otro de los beneficios que tienen los refugios climáticos es que la presencia de elementos acuáticos, también favorece a los beneficios psicológicos, promoviendo la salud mental y el bienestar de la población. Esto se debe a que el agua produce efectos positivos en el bienestar mental, ayudando a reducir el estrés y mejorando el estado de ánimo.
La implementación de refugios climáticos también contribuye a la sostenibilidad urbana y a la adaptación al cambio climático. Al reducir la sensación térmica, consiguen mitigar el efecto isla de calor urbano. En cuanto a la sostenibilidad, los refugios climáticos usan tecnologías eficientes como los sistemas de gestión de agua de VORTEX. Sistemas de agua que controlan el consumo y la calidad de agua, asegurando que cada espacio sea seguro, eficiente, sostenible y responsable con el medioambiente, evitando que se malgaste este recurso.
Y además de todo esto, los refugios climáticos también son un espacio que mezcla refresco y recreo de forma accesible e inclusiva para que todas las personas, sean de la edad que sean y sin importar sus capacidades físicas, puedan divertirse mientras interactúan con los elementos acuáticos que lo componen.
Ejemplos de refugios climáticos
El municipio de Fuenlabrada, situado en Madrid, remodeló una de sus plazas e integró un Splashpad de VORTEX. Una solución de ocio acuático en la que se pueden combinar más de 250 juegos acuáticos para conseguir tener un refugio climático único y personalizado que se adapta tanto al entorno como a las necesidades de los vecinos.
Este refugio climático ha permitido que todos los residentes puedan disfrutar de un espacio público que combina refresco, juegos y diversión acuática.
En esta instalación acuática, destacan elementos como el Helio Nº3, el Ombrello Twirl Nº1 y el Silhouette Nº1. Sus efectos del agua crean una experiencia inmersiva refrescando el espacio y disminuyendo la sensación térmica. Además, sus formas de interacción promueven la comunicación y el desarrollo de las capacidades físicas, ofreciendo diversión acuática colectiva.
Este refugio climático cuenta con el sistema Maestro, un sistema exclusivo de VORTEX que permite controlar los distintos juegos acuáticos desde un lugar remoto y crea experiencias únicas, optimizando los recursos hídricos y energéticos.
Coslada es otro de los municipios que ha confiado en VORTEX para instalar un refugio climático. En este caso, el municipio ha revitalizado una plaza para conseguir darle una mayor utilización y crear un nuevo espacio urbano de juegos acuáticos, refresco y diversión.
El espacio era de 220 metros cuadrados, y al tratarse de un lugar tan amplio, se ha instalado un Splashpad dividido en tres zonas para que los niños, dependiendo de su edad, vayan a una u a otra.
Este refugio climático cuenta con juegos acuáticos como Waterbug, cubos Astra Nº2 o Helico, entre muchos otros. Waterbug es ideal para captar la atención de los niños y fomentar su creatividad. El elemento Astra Nº2 y sus tres cubetas refrescan el ambiente y divierten al generar incertidumbre de cuándo los cubos van a verter el agua. Además, fomentan las interacciones sociales y el juego colaborativo. Esto se complementa con las dos cortinas de Helico, ideales para mejorar la calidad del ambiente y refrescar la zona.
Este refugio climático también cuenta con un sistema de gestión de agua sostenible, el sistema de recirculación. Un sistema de circuito cerrado que filtra, desinfecta y reutiliza el agua, eliminando de esta forma el malgasto de agua y siendo responsable y sostenible con el medio ambiente.
En definitiva, la integración de los refugios climáticos mejora la calidad de vida de los vecinos. Representan una respuesta innovadora y sostenible frente a las olas de calor, ofreciendo beneficios a nivel urbano y sostenible, convirtiéndose en ese espacio de refresco y recreo que los ciudadanos necesitan en momentos donde las altas temperaturas se vuelven insoportables. Además, estas instalaciones acuáticas son inclusivas y accesibles para todos los usuarios, sin importar sus capacidades físicas o su edad, por lo que un refugio climático se convierte en la mejor solución.
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